Esto se debe a que Hans Wilsdorf, fundador de Rolex, había logrado adelantarse a las necesidades del público, creando una segunda marca para ofrecer relojes de calidad a un precio inferior. Así nació Tudor.

Todo sobre el Tudor Black Bay Fifty-Eight

Hoy en día, uno de los diseños más buscados de la marca Tudor es la serie Black Bay Fifty-Eight. Se trata de una serie que busca brindar homenaje a un modelo Tudor nacido en la década de los años 50, en un momento en que los relojes de buceo comenzaban sus primeros desarrollos.

El Black Bay Fifty-Eight de Tudor

Como hemos visto con anterioridad, el Tudor Black Bay Fifty-Eight busca ser un homenaje a una versión del reloj que Tudor había lanzado en la década de los 50. En particular, es un homenaje al Oyster Prince Submariner del año 1958. Al igual que sucedía en ese caso, este reloj está fabricado en acero inoxidable y logra alcanzar una resistencia al agua de 200 metros.

¿Cuáles son las principales características de Tudor Black Bay?

En el año 2011, Tudor presentó su primer Black Bay en la Baselworld de ese año. El reloj se caracterizaba por tener el típico aspecto de un reloj de buceo, pero contaba también con tres elementos exclusivos que no se habían visto. Estos eran: un bisel de color burdeos, un diámetro de 41 mm y manecillas tipo copo de nieve. Desde su aparición, este reloj logró captar la atención del público y alcanzó un éxito inmediato y espectacular, especialmente entre los aficionados a la relojería y entre los especialistas. Pero esa popularidad no ha finalizado y sigue hasta nuestros días en la versión actual.

Siguiendo lo mencionado con anterioridad, hay que destacar que la esfera de este modelo se mantiene en el clásico negro mate elegante, contando también con índices aplicados con forma de punto o de bastón. Uno de sus puntos más destacados tiene que ver con la esfera llamada “gilt”, que ya era empleada por  Tudor en la década de los 50. Además, tanto los índices como la minutería y las agujas están en un cálido tono dorado que contrasta con el negro para un diseño atractivo y una lectura sencilla. Finalmente, hay que destacar el triángulo rojo con perla luminiscente, ubicado a las 12 horas, que es tomado directamente del reloj original.

El calibre de Tudor Black Bay

Ya desde el año 2016, Tudor se destaca por proveer a todos los modelos de esta línea con calibres de fabricación propia. En este caso, es un calibre MT5402, diseñado particularmente para este modelo. Es un movimiento automático con certificado de cronómetro del COSC, que es el Instituto Oficial de Pruebas de Cronómetros Suizos. Esto es lo que permite identificar que es un reloj extremadamente preciso. Además, su reserva de marcha es de 70 horas, lo que permite quitarse el reloj a lo largo, por ejemplo, de un fin de semana largo, sin que esto implique que se pare.

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